Valor del Deporte

Extracto de mi Tesis: Plan de comunicación para un relacionista profesional deportivo

El deporte ha sido un elemento de gran  trascendencia a través de la historia. De acuerdo a sociólogos, psicólogos y antropólogos sociales, dentro de una sociedad el deporte tiene una función social y cultural, en especial en la formación integral de los individuos que reúne el aspecto físico, emocional, intelectual y moral. También es una herramienta de gran valor que contribuye a mejorar la sociedad y alejarla de los problemas sociales, económicos y  políticos que perjudican su desarrollo. En la actualidad, el deporte representa un fenómeno social y cultural de gran importancia debido a la transmisión que ha alcanzado a través de los medios de comunicación. El seguimiento de los acontecimientos deportivos es cada vez mayor, alcanzando en estos momentos un gran significado para la sociedad. Podemos mencionar eventos en donde el público demostró un apoyo y seguimiento, cuando ganó Tito Trinidad frente a Oscar de la Hoya o cuando el Equipo Nacional de Baloncesto cualificó para el Preolímpico de las Olimpiadas en Atenas 2004. Estos son ejemplos de noticias publicadas en El Nuevo Día que han acaparado la primera plana como símbolo de gran importancia para nuestro pueblo.
Con el propósito de crear un ambiente pacífico entre las naciones en el 1896 se iniciaron los primeros Juegos Olímpicos en Atenas, donde el Barón Pierre de Coubertin, hijo de una familia aristocrática y deportista activo, pronunció “!Oh, deporte tú eres la paz!”. El deporte ha sido un catalítico para promover la paz y la confraternización.  El sacerdote educador José Andrés Basols, en su artículo El valor del deporte (2000), señala que “El deporte es vida y gozo, reflejo del premio eterno que Dios nos tiene preparado y que podemos empezar a disfrutar ya... un auténtico valor; una fuente de alegría, amistad, esperanza, de paz y felicidad eterna” (pág. 144). En su artículo menciona la célebre frase del poeta romano Juvenal “Mente sana en cuerpo sano” y recalca como la misma se ha “posicionado” en todos los campos educativos. Esta frase tiene un poder vital en el deporte y ha sido adoptada para modificar los cambios en el comportamiento, actitudes y valores  de los seres humanos en formación, para una mejor convivencia social.  Así lo expresa Alberto Piñero, citado por Basols (2000): “El deporte es una actividad remuneradora del equilibrio humano”. Ante estas afirmaciones, podríamos decir que el deporte ha sido creado para producir y significar felicidad, satisfacción y disciplina.
De acuerdo a la filosofía educativa de lo que representa el concepto de la educación física está en la “contribución máxima posible al crecimiento y desarrollo óptimo de las potencialidades inmediatas y futuras del individuo”, como también es una parte integral del proceso educativo que tiene como propósito el desarrollo de ciudadanos física, mental, emocional y socialmente sanos a través de actividades” (Lopategui, 2001).  Entre otras leyes encontradas como parte de esta investigación para compararnos con otros países centroamericanos exponen que la finalidad del deporte está en fomentar la recreación y la sana inversión del tiempo libre; en educar para la comprensión y respeto; y a la formación del sentido de la responsabilidad y amistad según decreta el Título  1 Art. 2 sobre Ley del Deporte del Congreso de la República de Venezuela. Asimismo, establece que el deporte debe estimular el espíritu de superación y de convivencia social, como también la competitividad, tenacidad, autoestima, bienestar del pueblo y el espíritu de solidaridad entre las naciones (Pantin & Asociados, 1995). Por otro lado en Puerto Rico tenemos el Informe Conjunto del Proyecto de la Cámara 964 Licencia Deportiva Especial, que expone “el deporte es una forma en que el individuo aprenda a tener un mejor uso de su tiempo libre a fin de que canalice sus energías hacia actividades que propendan su desarrollo integral del individuo y hacia objetivos socialmente productivos” (1987, pág.2).
Los investigadores de la conducta humana, especialmente psicólogos, están muy interesados en la capacidad del deporte como un “laboratorio natural” que nos permite estudiar los fenómenos psicológicos de la complejidad de las relaciones humanas (Smith R., Sarason I., Sarason B., 1984). Esto quiere decir que podemos estudiar simultáneamente la dinámica de la percepción, el aprendizaje, la cognición, la motivación y la emoción es el desarrollo de la competencia, papeles sexuales, personalidad, estrés  y cambios de conducta, relacionadas directamente con el deporte. En efecto, a raíz de esta investigación, el deporte competitivo se convertirá en una nueva ciencia tanto para el profesional en la conducta humana como para el relacionista profesional.
Una vez establecida la importancia del significado del deporte para una sociedad, destacamos que existen dos factores limitantes para el impulso, perfeccionamiento, continuidad de la práctica y la competencia deportiva. En primer lugar, la falta de instalaciones fijas, donaciones, intercambios o auspicios para viajes de fogueos y competencias, equipos técnicos, adiestramientos para atletas. En segundo lugar, que  los atletas, padres y entrenadores necesitan trabajar aspectos de comunicación para que haya un ambiente saludable y optimista. Muchas veces los problemas, conflictos, discusiones decisiones técnicas o administrativas que se infieren como injustas, influyen sobre el rendimiento de los atletas y el ambiente que se práctica.
El psicólogo y especialista en conducta humana Alfred D. Herger (2003) menciona que muchas veces los padres hacen víctima a  los atletas de sus problemas y de los que tengan con otros públicos. Con el tiempo, se crea un escenario de tensión entre estos diferentes públicos ya que están prejuiciados, cortos de paciencia, cansados de los problemas y tienen pocas ganas de seguir luchando. Es ahí que, por más sencilla que sea la situación a la que se enfrentan,  ésta puede tener el efecto de entorpecer o bloquear su desarrollo.
Si tenemos un ambiente interno con  problemas de comunicación y con marcadas diferencias de valores se limita la posibilidad de que haya gente dispuesta a trabajar en equipo (ya sea como voluntarios o en posiciones remuneradas). En situaciones así, es difícil llegar a un consenso para resolver los problemas que enfrenta el deporte como por ejemplo la falta de mejores lugares para la práctica o competencia. Por extensión, cada día habría menos atletas, menos voluntarios interesados en trabajar, menos entrenadores comprometidos, menos participación en el ámbito internacional  y no se ganarán medallas.
El valor del deporte debe ser uno que nos define como pueblo ya que tiene implicaciones físicas y emocionales. Este nos enseña a lidiar con las tensiones  y los problemas cotidianos de la vida en sociedad. El contribuir al valor o significado del deporte, particularmente en el desarrollo de estrategias de comunicación efectivas sobre su verdadero significado, producirá mayores logros que enaltecerán a la comunidad puertorriqueña ante el mundo.